Un editor para Saer (Alberto Díaz)

Escuché hablar a Alberto Díaz, el editor de Saer, en el acto de presentación del Año Saer, jornadas que la provincia de Santa Fe le dedicó al autor en el año 2016. En esa charla, Díaz no solo narró recuerdos y contó anécdotas, sino que dio detalles de la sustancia misma que conforma la relación entre un autor y su editor. O, en todo caso, de la materia de la suya con Saer. Por lo que, cuando me enteré de la existencia de este libro, supe que lo leería tan pronto como pudiera hacerme con un ejemplar. Hoy fue finalmente ese día y, en efecto, no me duró ni veinticuatro horas.
Según el prólogo, el núcleo del libro, o mejor dicho, su disparador, es otra conferencia de Alberto Díaz también en Santa Fe, pero en 2009, y la propuesta de la editora Ivana Tosti de publicarla en formato de libro. Díaz desconocía que la ponencia hubiera sido grabada, pero además de aceptar, pidió extender el texto. Así el libro tiene dos partes. Va de lo general a lo particular. Porque en la primera, luego de establecer el carácter dual del libro (en tanto objeto mercancía y en tanto símbolo), desarrolla el concepto de industria en relación a este, explica las habilidades que tiene que tener un editor y cómo su correcta aplicación hace la diferencia entre que un libro (o un autor) llegue o no a los lectores. Expone la característica circular de una editorial, ya que, por un lado, su valor reside en los autores con los que trabaja y por el otro, los autores eligen una editorial sobre otra principalmente por el catálogo con el que esta cuenta. Todo esto a la vez que sutilmente se recomiendan libros y autores que trataron estos mismos temas en el pasado. Y da ejemplos con ilustres, tanto autores como editores.
La segunda parte se concentra en la figura de Juan José Saer. Díaz cuenta su descubrimiento de la obra a partir de la lectura de Responso, da detalles sobre sus rutinas de escritura, planta un mojón con su primera publicación, Glosa, y se detiene especialmente en La grande, Lo imborrable y El río sin orillas. Fuera de los libros, le da un lugar especial a dos tópicos que revisten interés: los orígenes de Saer como escritor en Santa Fe (su trabajo en El litoral, su paso por Rosario y su final desembarco en París) y el lugar de Saer en la literatura argentina (este tópico tal vez solapado con el contenido de otro libro de la misma editorial, citado aquí, Saer en la literatura argentina, de Martín Prieto).
El libro se completa con un rico anexo, que incluye textos diversos escritos o publicados con anterioridad (la famosa nota final de Díaz a La grande, otras conferencias, una biografía del propio Díaz) y listados de sumo interés para los saereanos detallistas (publicaciones en español, diversas traducciones, bibliografía).
Con capítulos cortos que no se sienten un conjunto de textos apilados sino una unidad dividida en partes que se suceden con gracia y determinismo, el libro se presenta como un pequeño tesoro lleno de pasajes memorables y “secretos de la cocina” para quienes fuimos hasta ahora observadores externos de esta obra.


Rating: 5/5

Original: https://www.goodreads.com/review/show/6517091585